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Venezuela enfrenta riesgo de cierre de pozos petroleros debido a las nuevas sanciones de EE. UU.

Venezuela se acerca a una paralización de su producción petrolera debido a las restricciones impuestas por EEUU

Venezuela podría verse obligada en los próximos días a cerrar parte de su producción petrolera debido a la falta de capacidad de almacenamiento, tras la incautación de un petrolero la semana pasada y el endurecimiento de las medidas anunciadas por Estados Unidos contra los buques que transportan crudo venezolano.

Según fuentes familiarizadas con la situación, los principales depósitos de petróleo del país y los petroleros anclados en sus terminales se están llenando rápidamente y podrían alcanzar su capacidad máxima en aproximadamente 10 días. De ocurrir este escenario, la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), cuya producción ronda el millón de barriles diarios, se vería forzada a cerrar pozos.

La presión se intensificó luego de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara un “bloqueo total” a los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, además de designar al gobierno de Nicolás Maduro como organización terrorista extranjera. Aunque aún no se han emitido lineamientos oficiales sobre estas medidas, la actividad naviera vinculada al crudo venezolano se encuentra prácticamente paralizada, ya que operadores y aseguradoras evitan el riesgo de incautaciones.

En este contexto, Chevron Corp. informó que continúa produciendo crudo en sus empresas mixtas con PDVSA “sin interrupciones” y en cumplimiento de las leyes estadounidenses. La petrolera opera bajo una licencia del Departamento del Tesoro que le permite trabajar en Venezuela bajo condiciones restringidas. Aproximadamente la mitad de los 200,000 barriles diarios que produce Chevron en el país se entrega a PDVSA, según los términos contractuales.

No obstante, expertos advierten que las restricciones al envío de petróleo venezolano y a la importación del diluyente necesario para procesar el crudo extrapesado podrían provocar un colapso acelerado de la producción. Schreiner Parker, socio de la firma Rystad Energy, señaló que una vez se agote la capacidad de almacenamiento, los volúmenes de producción podrían caer “muy, muy rápido”.

Durante el primer mandato de Trump, las sanciones de “máxima presión” redujeron la producción venezolana a menos de 500,000 barriles diarios. Aunque PDVSA logró una recuperación parcial mediante intercambios con Irán, esta alternativa parece inviable ahora debido a la mayor vigilancia estadounidense en el Caribe.

Actualmente, al menos tres superpetroleros, con capacidad conjunta para transportar unos 6 millones de barriles, permanecen cargados en aguas venezolanas sin poder zarpar. Estos buques, junto con otros que operan bajo identidades falsas dentro de la llamada “flota en la sombra”, transportan crudo valorado en alrededor de 300 millones de dólares.

A pesar de un reciente ciberataque que afectó sistemas administrativos de PDVSA, Chevron aseguró que sus operaciones de producción y exportación no se han visto afectadas. Analistas señalan que, dado que Venezuela representa menos del 1% de la producción mundial de petróleo, el impacto global en los precios sería limitado, aunque las consecuencias para la economía venezolana podrían ser severas.

Roberto Martinez

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