Tecnología

Científicos quieren poner piel viva en las caras de los robots

No pregunten por qué, pero unos científicos japoneses han ideado una forma de darles a los robots caras parecidas a las humanas, con piel real y viva. Gracias a una estrategia experimental que permitió a los investigadores reproducir estructuras de tejido humano, pueden colocar caras resbaladizas similares a máscaras en las fachadas de los robots, querámoslo o no.

En un estudio publicado el lunes en Cell Reports Physical Science , ingenieros de la Universidad de Tokio describen los métodos que hicieron posible la aterradora imagen anterior. Primero, el equipo fabricó tejido similar a la piel a partir de muestras de piel humana. Sus cultivos crecieron dentro de un gel de colágeno durante siete días, después de lo cual el tejido fabricado era lo suficientemente fuerte como para manipularse y curarse por sí solo si se rompía. Luego, experimentaron con métodos de apego, el foco principal de su estudio.

Debido a sus superficies lisas, el metal y la piel no se adhieren bien entre sí. En experimentos anteriores se han encogido cubiertas similares a la piel alrededor de componentes robóticos para lograr un ajuste perfecto, pero esto inevitablemente da como resultado deformaciones y desgarros. En otros experimentos se han utilizado anclajes salientes para mantener la «piel» en su lugar, pero estos no funcionan para superficies cóncavas y sobresalen de una manera antiestética. Para evitar estos problemas, los investigadores en Tokio analizaron la piel humana como modelo, incluida la forma en que nuestra piel se adhiere a los músculos a través de la grasa y los ligamentos. Estos ligamentos están compuestos de colágeno y elastina, que les otorgan (y a la piel que los recubre) flexibilidad y resistencia.

Un trozo de piel cultivada sonríe sobre una placa mecánica.
Crédito: Kawai Et Al, Cell Reports Physical Science/10.1016/J.Xcrp.2024.102066

El método de los investigadores consistió en realizar perforaciones en forma de V en la superficie de un robot. Luego, aplicaron un gel a base de colágeno y colocaron su piel fabricada encima. El gel se adhirió a la piel mientras se anclaba al robot a través de las perforaciones que había llenado, creando ligamentos simulados que sujetaban la piel a la cara del robot. Estos anclajes también permiten que la cara robótica active ciertas expresiones, incluida una sonrisa. En un experimento particularmente espeluznante, los investigadores ordenaron una placa mecánica desarrollada para crear una sonrisa. Los resultados (que se muestran en un vídeo del estudio de Cell Reports ) son bastante repugnantes, pero imitan una pequeña sonrisa inquietante.

Este no es el primer experimento que da a los robots una piel similar a la humana. Investigadores de la Universidad de Texas en Austin han diseñado una piel electrónica elástica que da a los robots una sensación de suavidad y sensibilidad al tacto. Con la piel electrónica colocada, los robots pueden sentir presión, lo que les permite sostener objetos frágiles (como la crujiente cáscara de un taco) sin apretar demasiado. Los ingenieros de la Universidad Northeastern están trabajando de manera similar para desarrollar una piel electrónica que se expandiría y contraería como la piel humana, permitiendo a los robots humanoides agarrar objetos fácilmente y sin desgaste a largo plazo.

Roberto Martinez

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